Tiempo de lectura de este post: 5-8 minutos.
Me encanta leer libros, y si tú también eres amante de la lectura, sabrás que el problema principal es que hay ¡¡demasiados libros y demasiado poco tiempo para leerlos!!. Si te sientes identificado con esto, entonces este post es para ti.
Superé este problema con la ayuda de varios libros de lectura rápida para desarrollar mis habilidades de lectura y comprensión. Ahora soy capaz de leer un libro varias veces más rápido, y no exagero si digo que soy capaz de leer un libro de 300 páginas en 2 horas.
Has escuchado el método de lectura del recordman mundial Ramón Campayo. Ramón es uno de los hombres con el coeficiente intelectual más alto del mundo y es capaz de leer 10-20 veces más rápido que la mayoría de personas (piénsalo fríamente, tarda una hora en leer lo que el resto tarda diez o veinte horas).
Lo mejor es que es un método sencillo que todos podemos usar (yo soy un
ejemplo de como terminarme en una tarde un libro en vez de semanas) y que
podrás ponerlo en práctica con veinte minutos de tu tiempo (más cinco minutos leyendo
este artículo).
Lo que necesitarás es: un libro de texto (sin dibujos) de más de 200
páginas que se pueda mantener abierto en una mesa, un bolígrafo, un cronómetro
(el del móvil es perfecto) y 20 minutos sin interrupciones.
Conceptos básicos
Debes reducir el tiempo que tus ojos pasan en cada línea.
Debes eliminar el hábito de volver a leer lo que acabas de leer.
Gastar el tiempo en leer una y otra vez algo que ya se ha leído hace que pierdas un 30% de tu tiempo de lectura. La principal razón es que pensamos en demasiadas cosas mientras leemos y eso en parte se debe a leer demasiado despacio.
Debes entrenar a tus ojos para usar la visión periférica horizontal y para aumentar el número de palabras que se ven por salto.
Sin entrenamiento la visión predominante es la visión central que reduce en un 50% el número de palabras que pueden leerse en cada salto visual.
Primer paso – Conociendo nuestra limitación
Lo primero que debes saber es cual es tu velocidad de lectura. Coge tu libro de práctica y cuenta las palabras que hay en cinco líneas. Una vez tengas ese número divídelo entre cinco y tendrás la media de palabras por línea.
Ejemplo: 60 palabras / 5 líneas = 12 palabras por línea.
Coge tu cronómetro y ajústalo en un minuto exacto. Empieza a leer hasta que suene tu cronómetro. No leas más rápido que de costumbre e intenta comprender lo que lees. No hagas trampas y no te entretengas mirando el cronómetro y pensando si sonará o sí se habrá roto. Al acabar cuenta todas las líneas que has leído y multiplícalo por el número de palabras por línea que has calculado antes. Rodea con un círculo ese número.
Segundo paso – Señala y dispara
El releer, el tiempo en cada salto y la pérdida de concentración se puede resolver señalando y disparando. Cuando has contado las palabras y las lineas ¿has usado un bolígrafo o el dedo?. Sí la respuesta es afirmativa ahí tienes el poder de señalar y disparar. Si para contar algunas palabras has usado tu dedo, para la lectura ultrarrápida es igual de necesario.
Para nuestra práctica usaremos un bolígrafo para señalar y disparar y el mecanismo tratará de subrayar (con la tapa puesta) cada línea que leamos. Esto provocará que mantengamos el tempo y la atención intactas.
1- Técnica (2 minutos):
Practica usando tu bolígrafo para señalar y disparar. Subraya cada línea que leas centrándote en la punta del bolígrafo. No te centres en entender lo que lees sino en aprender la técnica. Cada línea deberá ser leída y subrayada en, como máximo, 1 segundo. Lee, pero bajo ninguna circunstancia pases más de 1 segundo por línea.
2- Velocidad (3 minutos):
Repite la técnica subrayando cada línea durante medio segundo. Puede que no entiendas nada pero entra dentro de nuestro plan. Subraya durante los 3 minutos que dura este ejercicio y no pases más de medio segundo en cada línea sin dejar de leer. Concéntrate y no dejes volar tu imaginación. Es algo muy común en esta parte del ejercicio acabar pensando en otras cosas.
Tercer paso – Visión periférica
Si te centras solo en lo que tienes frente a ti te perderás dos tercios de información. Si consigues usar tu visión periférica podrás aumentar en un 300% tu velocidad.
1- Técnica (1 minuto):
Usa el bolígrafo para dar saltos en cada línea. Empieza colocando tu bolígrafo en la primera palabra de la linea y después llévalo hasta la última palabra. Este proceso no debe durar más de 1 segundo y tu intención es intentar captar el máximo de palabras fijándote siempre en la punta del bolígrafo.
No te preocupes por comprender e intenta aumentar la velocidad cada vez que pases de página. Lee, pero bajo ninguna circunstancia bajes el ritmo de una linea por segundo.
2- Técnica (1 minuto):
Vuelve a repetir el ejercicio apuntando ahora a la segunda y penúltima palabra de cada línea.
3- Velocidad (3 minutos):
Repite el ejercicio apuntando ahora a la tercera y antepenúltima palabra de cada linea. Esta vez, debes cambiar de linea cada medio segundo.
Puede que no entiendas nada, es algo normal. Puliendo la técnica acostumbrarás a tus reflejos a poder fijarte y entender cada palabra que fotografíes. No bajes el ritmo de una linea cada medio segundo durante los 3 minutos. Céntrate en el bolígrafo y mantén la velocidad. Son solo 3 minutos, no pienses que es un ejercicio eterno y tampoco pienses en lo que te vayas a poner el fin de semana. Concéntrate.
Cuarto paso – Calcular tu nuevo número de palabras por minuto.
Empieza una nueva página y lee durante un minuto como lo harías normalmente (sin bolígrafos ni puntos de apoyo) lo más rápido que puedas manteniendo la comprensión. Multiplica el número de líneas al acabar por el número de palabras por línea que calculaste antes y tendrás tu nuevo número de palabras por minuto. Compáralo con el número rodeado anterior a ver si has mejorado o no (te aseguro que sí).
Felicidades. Has dado el primer paso para dominar la lectura ultrarrápida.
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